30 ago 2010

El Limón quita las manchas de Café

Él cree que no me he dado cuenta.
Que se tranquilice. Ya he notado el morbo con que me mira.
Mientras mueve el café irremediables veces hasta enfriarlo no me aparta la vista,
deberia de sentirme un tanto extraña pero no es asi. Su mirada me es indiferente.

-Señorita... - Me dice mientras limpia la barra.
-¿Si?
-¿Desea mas café?
-No, Está bien...

Apresuro a leer el titular del diario de hoy.
- Pendejos- (Pienso mientras mis ojos repasan los mismos titulares politicos de siempre.)

He subido disimuladamente la vista, y él sigue ahi mirandome. Moviendo el pañuelo al ritmo del bolero de fondo.
Yo bostezo.

Rayos! una gota de café ha manchado la pulcridad de mi camisa! grr!

-¿Podrias facilitarme una servilleta humeda, por favor?
-Por supuesto. - Mientras mira mis senos con descaro.
Lo ignoro y sigo en lo mio. Repasando las hojas del diario. No hay nadie en el lugar con quien distraerse.
Con el rabillo del ojo noto que él está un poco agitado. Sigue ahí parado observandome, pero con cara de tensión. Un momento... ¿Que rayos es lo que esta haciendo!? !Lo que faltaba!
No se lo que le ha excitado de mi, pero ha de tener un coraje muy grande para tocar sus genitales detrás de la barra y seguir creyendo que no me he dado cuenta!

Ok. Esto es divertido...

Dejo el diario sobre la mesa, y mirando por encima de mis lentes, penetro profundamente su mirada concentrada. Él se ha dado cuenta de que se lo que está haciendo y se excita mas al saber que no he hecho ningun alboroto.
Lo hace con mas fuerza. Discretamente hago de cuenta que limpio mi camisa y "accidentalmente" rozo mis senos y cruzo las piernas. Saco un espejo de mi cartera y me retoco los labios.
Su cara tiene una expresion de placer inmensa. Entonces me paro de la mesa y camino hacia él. Él se muerde los labios.

-¿Quieres ponerte mas caliente? - le digo seductoramente y él simplente afirma con la cabeza sin poder hablar.

Derramo el café caliente entre sus piernas. Su expresión de placer ha pasado al dolor.

-El limón quita las manchas de café...- Fue lo ultimo que me escuchó decir antes de dejarle el dinero sobre la mesa.

28 ago 2010

Desprendido


Entre teiboleras, humo desprendido e ignorado, el musicon del colmado de la esquina... la misma zona... mi vieja zona.

La realidad se ha visto añejada en colores sepias, inmunes e inodoros.

Caballeros sin caballos jugando en el esquina, la chercha, el baile matutino y el calor envolviendole el brazo al limpiabotas.
Tengo ganas de llorar, no se los motivos.

El colmadero me mira de reojo, me analiza y me ignora. La señora sale con la escoba y espanta al perro del frente, pobre canino insolvente.

Miro hacia el cielo, y sigue ahi, tan azul e infinito como otros dias cualquiera, y entre versos de bolero y acordes de bachata. Me desespero, como chiquillo hambriento, me desespero...

Ya el color sepia está añejo por completo, marcerado e inconcluso.