6 jun 2013

Juegos de Azar

Me sentía sumamente atraída hacia él, a su Je ne sais quoi. 
Fumaba siempre, importándole poco que yo estuviese allí. Me molestaba. El lo sabia.
Nos habíamos conocido un día de amor, en una forma convencional. Mas nuestra relación era indefinible.

Con su aire de despiste y viendo su intención de encender otro cigarro, le susurré:

- ¿Que será de nosotros?
- No te entiendo.- Me respondió como queriendo evadirme
- Es decir, ¿Cual es nuestro destino?

Me miró tratando de hacer un esfuerzo por reconocer mi rostro en la penumbra.
Solo se limitó a decir:

- El azar mueve nuestros hilos.-

Guardé silencio, no lo entendía. ¿Debía dejar que las cosas pasaran? ¿Me olvidaba de todo?.
Me sentía tan confundida.

Años después me encuentro recordando ese episodio, el no está. Y a mi mente vuelven las palabras de aquella noche. Las digiero. Llego a la conclusión de lo azar-osa que es la vida; que me demuestra como puede jugar a que sombras de mi pasado conecten con siluetas de mi presente, como que si fuese necesario que mi pasado volviese a ser parte de mi día a día.

Hoy tengo una respuesta a eso que hace años me había dicho.

-El azar es un hilo-