1 may 2016

No sabes querer, pero no te culpo.

via GIPHY


(Por favor, leer en voz alta)

Pude haber escrito estas letras hasta arriba de vino mientras no te encontrabas, repasando en silencio los momentos vividos. En poco tiempo fuimos mucho, mucho mas de lo que una palabra pusiese definir. Fuimos intensidad, fuimos silencio, fuimos recuerdos y fuimos el amor después de hecho. Entraste a mi vida cuando yo tenia todo cerrado, ¡Y vaya de que manera! Ganaste adeptos, te entraste en mi, y te instalaste en mi mente como si hubieses vivido toda la vida allí.
Aprendí a quererte, con tu característica personalidad que ni tu entendías. Me acostumbré a que comieras ajo crudo en las mañanas, a que te gustara el té de flores, a tus ganas infinitas de beber café; pero también hice parte de mi vida la textura de tu piel, los pliegues de tu boca y sobretodo esa mirada que sin decir nada me contaba todo. Fuiste mucho para mi.
Pese a que no lo esperaba, te alejaste de mi. Te encerraste en tu mundo y me hiciste entender que yo no le pertenecía. Que cual arena en la playa fuimos uno, pero al final el agua termina arrastrándolo todo. Te quise mucho y lo sabes, pero tu no supiste corresponderme...
Me dio mucha rabia, había construido un mundo entero contigo, uno en el cual no quería que entendiese nadie mas, eramos diferentes y no teníamos que demostrar nada a nadie mas. Pero no fue así.
Te quise, tal vez mas de lo que me imaginaba. Pero tu no lo hiciste igual. Al principio no entendí nada, te reproche, me sentí utilizada. Sentí que nunca en tan poco tiempo me había entregado tanto a alguien que había abierto mis puertas sin ni siquiera tocarlas. Te odié incluso por quererte tanto.
Me tomó tiempo, pero lo logré; dejé de culparte. Al verte entendí que no era tu culpa. No sabias quererme... pero porque nunca lo habías aprendido...
Nunca nadie se habría preocupado por ti, nunca nadie supo abrirte sus puertas y enseñarte a vivir. Y pues claro, yo no te podía exigir, algo que no sabias hacer.
Con el sacrificio que toma, te he dejado ir. No porque no te quiera, sino porque aun no es el momento para que aprendas a querer, no he llegado a tu vida en el momento indicado y eso me duele. Te he querido como a nadie. Pero tengo fe, que algún día lo aprenderás a hacer y esa persona sera tan feliz como yo algún día pude haberlo sido contigo.
Pero que te quede claro, te he querido.